El aplauso por la llegada de Norma Lucía Piña Hernández a la presidencia de la Corte impuso una tregua al ambiente polarizado de la política mexicana. Su nombramiento mereció adjetivos positivos desde todas las trincheras. Mientras en la oposición le reconocieron como una juez independiente, el oficialismo festejó el hecho histórico de que una mujer ocupe, por primera vez, la cabeza del Poder Judicial de la Federación…