La acusada reclamó haber sido víctima de coerción psicológica y, sin embargo, las autoridades menospreciaron su decir, en vez de investigar.
Hace un par de años, cerca de su casa ubicada al sur de Ciudad de México, María Isabel Miranda de Wallace citó a un viejo conocido, de la época en que lideraba al gremio de los publicistas de exteriores. Cuenta el interlocutor que se miraba demacrada. “Tenía sobre todo miedo,” afirma la fuente bajo la condición de que su nombre no sea revelado. …
Fotografía.Tercero Díaz/CUARTOSCURO