No hay duda de que, después de 28 años en prisión, el narcotraficante está de regreso a la escena principal del crimen organizado mexicano. Hace 36 años, Caro Quintero ordenó secuestrar y ejecutar a Enrique Camarena Salazar, un agente de la DEA radicado en México. Entonces, la presión ejercida desde Estados Unidos obligó a que el gobierno mexicano desmantelara la organización a la que pertenecía y que fuera detenido.
Cuando los tribunales mexicanos ordenaron su liberación, en vez de retirarse refundó el Cártel de Caborca y retomó parte de los territorios que había abandonado. La disputa por Sonora que hoy sostiene incluye como propósito controlar varios de los negocios más lucrativos de la región: el tráfico de personas indocumentadas hacia Estados Unidos y el trasiego de droga, particularmente fentanilo. También la extorsión a los productores agropecuarios de la región, así como el control del agua y, recientemente, la explotación de litio…