Desde su creación, en 1994, la Cumbre de las Américas ha sufrido episodios marcados por las invitaciones y las desinvitaciones.
La Casa Blanca definió como criterio para invitar a la Cumbre de las Américas el compromiso de cada gobierno con la democracia. Luego determinó que, siguiendo esta regla, Venezuela, Nicaragua y Cuba no serían bienvenidos el próximo mes de junio en la ciudad de Los Ángeles.
En respuesta el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, y también el guatemalteco, Alejandro Giammattei, amenazaron con que, de persistir la exclusión, no asistirían tampoco al evento. En el mismo sentido han protestado los gobiernos de Bolivia, Honduras y Argentina…