Todo se puede criticar del presidente Andrés Manuel López Obrador, pero hay un tema en el que, a estas alturas, incluso sus acérrimos enemigos coinciden: es un formidable estratega político-electoral. Un fenómeno por su astucia y eficacia que no ha encontrado aún opositores de su misma estatura.
Viene anunciando desde hace unos días lo que será su última partida antes de dejar la Presidencia. Todavía sabemos poco de la serie de reformas constitucionales que presentará el próximo lunes 5 de febrero, pero con lo enunciado hasta hoy basta para darse cuenta de que se trata de un meteorito cuya gravedad impactará con fuerza sobre el Estado, las instituciones y las facciones políticas que gobiernan al país…