“Sereno Moreno, no se me engorile”, solía decir El Memo (Sebastián Ligarde), personaje de Quinceañera, famosa telenovela de finales de los años ochenta.Fue la misma frase que Carmen Aristegui devolvió al presidente Andrés Manuel López Obrador cuando, como a tantos otros periodistas, la incluyó en su lista de enemigos.Una respuesta ingeniosa para pedirle al mandatario que no se apresure en sus agresiones, que no se permita perder el control, que domine sus nervios.Igual recomendación hizo el académico Sergio Aguayo después de que su nombre pasara por la lapidación de las mañaneras. “¡Serénese y mejore su comprensión lectora!”, propuso cuando el jefe del Estado mexicano arremetió contra él porque supuestamente le comparó con Gustavo Díaz Ordaz.Lo que en realidad hizo Aguayo fue referirse a la trágica situación por la que atraviesa el CIDE con los ánimos que en su momento condujeron a la in…