“Se sobredimensionó el riesgo, no se ubicó a Donald Trump en el contexto de la campaña electoral. Es distinto ser candidato que ser gobernante”. Con esta frase atemperó el hoy presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, los ánimos de un nutrido grupo de empresarios el 10 de noviembre de 2016.
Dos días antes se habían celebrado comicios presidenciales en Estados Unidos, en los que ganó Trump, y los ánimos volaban bajo durante la XLIV convención anual del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas.
Me tocó en suerte conversar ese día con López Obrador, quien ya estaba en la vía de ser candidato presidencial. Me sorprendió su parsimonia. Trump logró ganar la elección prometiendo, entre otras cosas, la cancelación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) —“el peor de la historia”, según sus palabras—. También anunció que iba a construir un muro a lo largo de los 3,…