No solo la espada tiene vida propia, también las palabras. Una vez puestas en libertad, regresan al mismo sitio donde fueron pronunciadas.En el mediano plazo la tolerancia, tolera; la descalificación, descalifica; la humanidad, humaniza; el fraude, defrauda; la honradez, honra; el ataque, ataca; la nobleza, ennoblece, la desconfianza, desconfía; la compasión, compadece y la aniquilación, aniquila.El viernes 2 de octubre, Andrés Manuel López Obrador reventó contra Morena: “(hay) mucho pueblo para tan poco dirigente”. Reclamó por el desastre que priva dentro de ese partido desde hace más de un año.Y es que en efecto, Morena se volvió un sitio envenenado por las palabras.El pasado fin de semana Mario Delgado, uno de los aspirantes a presidir esa formación política, aseguró que su adversario Porfirio Muñoz Ledo quiere dar un golpe de Estado en contra del presidente López Obrador.De su lado, …