Un agitador que suele mentar madres por YouTube se disfraza tras un tono conciliador para entrevistar a una activista que justifica las pintas feministas sobre las puertas del Palacio Nacional.
–¿Por qué dañar algo que es de todos si hay otras maneras para reclamar? –interroga el varón con falsa voz aterciopelada.
–Porque hemos intentado casi todo sin obtener nada –responde ella haciendo acopio de parsimonia.
Acto seguido el agitador dispone una avalancha de argumentos condescendientes para demostrar que esa mujer y las de su misma causa no están siendo racionales ni estratégicas, sino políticamente torpes y emotivas.
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