Sammy Raphael migró a México en 1922, hace exactamente un siglo. No hay quien pueda hoy contar las razones más sinceras de su destierro. En Estambul no queda nadie: sus parientes partieron, murieron o no tuvieron descendencia.
Como el mar circunda la tierra, los silencios pueden hacer lo mismo con los recuerdos. Algunos son más escurridizos que otros, pero siempre hay pistas para subvertir al silencio.