“La disputa por la frontera norte mexicana es cada día más violenta: asesinatos, secuestros, balaceras, bloqueos carreteros y extorsión son los síntomas de un deterioro inocultable.
En todos los casos, el origen de esta nueva ola criminal se reporta como la pugna entre organizaciones delictivas que aprovecharon los meses de la pandemia para ganar territorio a sus adversarias.
La pelea es por los negocios ilegales de siempre: trasiego de droga, tráfico de migrantes, extorsión y contrabando de armas. Pero la violencia es distinta a la normal, la de la operación cotidiana de las empresas criminales, y es ocasionada por la fractura irreconciliable entre los líderes criminales —nuevos y viejos— y la necesidad de derrotar definitivamente al adversario.
La tragedia la protagonizan las ciudades de Caborca, en el estado de Sonora; Juárez, en Chihuahua; y Camargo, en Tamaulipas. Sin embargo, un re…