Al crimen organizado se le derrota cuando sus actividades ocurren debajo de la coladera. Esta conflagración se gana cuando las empresas criminales no afectan la vida cotidiana de la sociedad; cuando su violencia no toca a las personas comunes, a sus propiedades, su comercio, su dignidad, sus derechos.Esta conseja es del fiscal italiano Gian Carlo Caselli, quien procesó al líder de la Cosa Nostra, Salvatore Totò Riina, organización que se apoderó de Sicilia durante los años 80 y principios de los 90 del siglo pasado.En una entrevista para el programa Espiral que me concedió en 2009, Caselli agregó: tan ingenuo es suponer que basta con eliminar a las cabezas como creer que puede erradicarse a estas organizaciones. Obviamente no se trata tampoco de pactar mafiosamente con ellas.El mensaje del Estado debe ser contundente: “si sacas la cabeza de la coladera y atentas contra las y los civiles,…