La vida es una y es demasiado corta como para invertirla en la tragedia de una guerra y sin embargo millones de seres humanos han sido sacrificados por su vileza. En Colombia murieron alrededor de 800 mil personas y desaparecieron más de 120 mil almas durante un conflicto que duró medio siglo entre el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias.
Hoy México, como Colombia, es un país fragmentado. Pero a diferencia de esa nación hermana, el compromiso por la paz y la reconciliación no aparece todavía en nuestro discurso, mucho menos en las decisiones de la política, tampoco en la visión ética de la élite que gobierna…