Tiene razón Témoris Grecko cuando dice que, así como el plan B de la reforma electoral no es el paraíso de la democracia mexicana, tampoco es su apocalipsis.
El plan B y el INE han sido en la realidad un pretexto para radicalizar posiciones entre quienes tienen esas mismas percepciones extremas a propósito del proyecto de Andrés Manuel López Obrador…