Cuenta la escritora estadunidense Rebecca Solnit que, en el verano de 2003, acompañada de una amiga fue invitada a cenar a la residencia de un señor cuya fortuna se ostentaba en cada rincón de la propiedad.Cuando la velada estaba por concluir, el anfitrión se aproximó a ambas invitadas para interrogar a Solnit sobre los libros que había escrito. Ella refirió a su última publicación sobre el fotógrafo inglés Eadweard Muybridge, pero antes de poder articular una segunda frase Mr. Importante la interrumpió para recomendarle la lectura de un libro recién llegado a las librerías el cual versaba también sobre la vida de ese artista.Solnit y su amiga quedaron paralizadas cuando el anfitrión presumió ser un gran conocedor de los argumentos del libro recomendado. Tan concentrado estaba aquel varón en sus profundas revelaciones que fue incapaz de escuchar, en tres ocasiones distintas, que tenía fr…