Las personas desaparecidas serán la cicatriz heredada al futuro, la huella de nuestra época y la clave para descifrarnos. La ausencia de cuerpos y los restos no reclamados son los puntos suspensivos de un relato de horror, son el dolor sin duelo, la conclusión que no llega, el final arrebatado a la muerte.
Además de los 43 normalistas, hay otras 96 mil personas desaparecidas en México y las últimas 23 mil ocurrieron durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. A este número angustiante se suma otra cifra igual de aterradora: en los servicios forenses y en las fosas clandestinas hay 52 mil personas cuyos restos no han podido conciliarse con un nombre y un apellido concretos…