No es la primera vez que sucede. La última ocasión que el gobierno de Estados Unidos emprendió una guerra comercial provocó un tremendo desastre a nivel planetario. Igual que ahora, todo comenzó con la promesa de un presidente republicano de imponer aranceles para inhibir la importación de bienes que estaban desplazando productos nacionales.
Casi toda la década de los veinte del siglo pasado fue de bonanza para la economía estadunidense, excepto para los productores del campo que perdieron ingresos porque, en los años posteriores a la Primera Guerra Mundial, dejaron de ser competitivos.