Esta semana me invitaron y luego des-invitaron a un debate en la radio sobre los intelectuales mexicanos. Como me quedé con ánimo de exponer algunos argumentos, opto aquí por entregarlos a una discusión que me parece urgente.
Cada época tiene sus propios intelectuales y por tanto no sorprende que la nuestra, la cual se pretende nueva, esté urgida por producirlos.
El Estado imperial tuvo intelectuales imperiales, el Estado republicano, intelectuales republicanos, el Estado socialista, intelectuales socialistas, el Estado liberal, intelectuales liberales.
A esto justamente se refirió Antonio Gramsci cuando acuñó el término “intelectual orgánico.” Se trata de aquella persona que cumple una función intelectual para un grupo social organizado, o más precisamente, son aquellos sujetos dedicados a organizar, desde el plano de las ideas, a las comunidades, los estamentos, los pueblos, los partidos, o las naciones.
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