¿Por qué, a pesar de una política agresiva y continuada durante varias décadas, la disponibilidad de las drogas más dañinas no ha hecho más que crecer, al tiempo que las organizaciones criminales dedicadas a su producción y comercio se han vuelto cada vez más violentas y poderosas?Esta pregunta merece una reflexión sincera que habría de comenzar por asumir la derrota de los gobiernos en la guerra contra las drogas que diera inicio durante los años 70 del siglo pasado.El fracaso comenzó con el uso demagógico de una metáfora muy desafortunada. Objetivamente no se trató jamás de una guerra —en el sentido de oponer al Estado nacional frente a un enemigo extranjero— y tampoco tuvo como propósito sincero ir contra las drogas.En todo caso, el fenómeno refleja una larga y sangrienta lucha por el control del mercado de las drogas, entre empresas criminales muy poderosas, donde las acciones del Es…