El secretario de Marina, José Rafael Ojeda Durán, tronó el viernes pasado contra los jueces federales: “parece ser —afirmó— que el enemigo lo tenemos en el Poder Judicial”.Con sus palabras, este alto jerarca de las fuerzas armadas traicionó la lealtad que debe a las instituciones del Estado mexicano. No se trata de una mera apreciación subjetiva, sino de un señalamiento basado en la Ley de disciplina del Ejército y la Fuerza Aérea, la cual define principios que sus integrantes están obligados a obedecer.El artículo 1(bis) de este ordenamiento establece que “el servicio de las armas exige que el militar (…) anteponga (…) el respeto a la Constitución (…) (y) la lealtad de las instituciones.”Las afirmaciones desafortunadas del almirante dieron la espalda a la lealtad que obligatoriamente le debe al Poder Judicial como institución fundacional del Estado mexicano, según la Constitución vige…