El escándalo de la boda de Antigua es como una cebolla cuyas hojas, al desprenderse, muestran siempre algo más.No solo se trata de la sospechosa ostentación ni de la renuncia del titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), Santiago Nieto. Tampoco del nombramiento de Pablo Gómez que, más allá de sus talentos, es sobre todo un militante de partido.Debajo de todo aquello hay un ritual de nombramiento que merece atención. ¿Por qué la nueva cabeza de la UIF fue presentada en sociedad por el secretario de Gobernación, Adán Augusto López?Imaginemos otro escenario donde la sustitución del titular del Instituto Mexicano de Migración, la nominación del titular de la Comisión Ejecutiva de Víctimas o la presentación de la titular de la Comisión Nacional de Búsqueda fuesen designaciones del secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, en vez de serlo del secretario de Gobernación.En aj…