La cancelación del proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) tuvo y tendrá costos económicos que vamos a pagar las personas contribuyentes. Se trata de un asunto de interés público y por tanto su discusión debe darse con transparencia, libertad y, sobre todo, con argumentos.
Sin embargo, alrededor suyo se ha fabricado un ambiente enrarecido que no ofrece condiciones para razonar con rigor ni densidad. Para Andrés Manuel López Obrador la cifra presidencial es la única aceptable y está dispuesto a decir y a hacer casi cualquier cosa para defenderla.
Las razones políticas por las que el mandatario despliega con contundencia su propia cifra no necesitan interpretación. La cancelación del NAIM fue la primera decisión política de envergadura que tomó como presidente virtual, y reconocer, dos años y meses después, que pudo haber sido un error –desde el punto de vista de las finanzas públicas– tiene consecuencias severas sobre los fundamentos de su liderazgo…