La renuncia de Carlos Urzúa Macías como secretario de Hacienda sirvió para que el presidente Andrés Manuel López Obrador insistiera en la premisa principal de su filosofía económica: “va a haber crecimiento… sólo combatiendo la corrupción y no permitiendo los lujos, con una política de austeridad.”
Según sus propias palabras, la fórmula AMLO para el crecimiento se compone de tres partes: 1) acabar con la corrupción; 2) hacer valer la austeridad republicana, y 3) no puede haber gobierno rico con pueblo pobre.
De acuerdo con la versión presidencial, Urzúa no estuvo conforme con estas premisas y por ello renunció. La explicación es simplista y sin embargo era difícil pedirle al secretario de Hacienda que coincidiera con preceptos que provienen de la filosofía moral y no de la economía moderna.
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