Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la capital, no quiso antes que entraran las fuerzas armadas a la Ciudad de México. Sabe que las personas a las que gobierna son alérgicas a que los verdes patrullen sus avenidas.
Así que el ingreso de 6 mil militares, vestidos de guardias nacionales, a las instalaciones del Metro de la ciudad solamente puede explicarse por circunstancias extraordinarias.
Guillermo Calderón, director general del Metro, razona esta extraña circunstancia a partir de expresiones tan crípticas que desesperan: “se trata de hechos atípicos e inusuales que la Fiscalía de la CdMx se encarga de investigar”…