Fernando Flores Castillo es profesor de secundaria. Hace dos años daba clases en la escuela donde perdió la vida su hijo, Santiago Flores Mora.
El miércoles 19 de septiembre de 2017, poco después de la una de la tarde, tuvo una larga conversación con su esposa Verónica. Hablaron de los preparativos para la fiesta de Santi, que estaba a punto cumplir los siete años.
Esa comunicación fue interrumpida por el movimiento de la tierra. Verónica, que también es maestra de secundaria, se aseguró que sus alumnos se concentraran en el patio de la escuela pública donde aún trabaja.
Cuando no hubo más peligro, fue a buscar a Leonardo, su hijo más pequeño, que por aquel entonces estaba inscrito en una guardería. Con él se dirigió después al colegio Rébsamen, porque ahí trabajaba Fernando y ahí también estudiaba su hijo Santiago.
Para leer columna completa clic: aquí