Hambre, enfermedades, violencia, trabajos forzados… Los horrores que vivió Bronislaw Zajbert en el gueto nazi de Lodz sucedieron hace 82 años, pero los recuerdos en su mente conservan la misma fuerza que el desmayo que sufrió el 19 de enero de 1945, la fecha en la que le llegó la mejor noticia de su vida: !por fin él y su familia eran libres!.
Con nueve años de edad, Bronislaw Zajbert no tenía un juguete para entretenerse y debía trabajar para sobrevivir.
El gueto, donde se estima que más de 200 mil judíos habrían sido encerrados, se constituyó en una de las zonas más pobres de Lodz, con casas muy pequeñas y pocas opciones para encontrar comida.
Bronislaw describe su vida bajo el régimen Nazi como una de miseria, hambre, frío y enfermedades. Asegura que su familia logró permanecer en Lodz por suerte, hasta que el ejército ruso logró su liberación en 1945.