Así como el mitin placero es el sitio donde más cómodo suele estar, la escena internacional estresa e incomoda hasta el extremo a Andrés Manuel López Obrador.Lo ha repetido muchas veces: no le gusta viajar fuera del país y tampoco que sus colaboradores usen recursos públicos en giras internacionales.La excepción es Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, que en estos eventos parece más bien vicepresidente de la República. Resume el argumento la imagen del domingo de la semana pasada, en la reunión del G20, donde lucieron muy sonrientes y levantando el dedo pulgar el mandatario estadunidense, Joe Biden, y el canciller mexicano.Sin embargo, el día de hoy López Obrador hará una excepción y abordará un avión con rumbo a Nueva York. Se trata de su segunda gira internacional en casi tres años de gobierno. Permanecerá en esa ciudad justo lo indispensable para dar un discurso en el …