Es monumental la arbitrariedad que el Senado estuvo dispuesto a cometer para cumplirle a Manuel Velasco Coello el capricho de ser a la vez, senador de la República y gobernador en Chiapas.
La Constitución mexicana prohíbe sin flexibilidad lo que la Cámara Alta le regaló a este poderosísimo mexicano. Es oficial: el güero Velasco está por encima de la ley.
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